Gustavo Sandoval se graduó hace un mes como Licenciado en Mercadotecnia por la Universidad de Querétaro. Al enfrentarse a la elaboración de su Currículum Vitae, consideró que no tenía casi nada que escribir, pues solo había trabajado en un autoservicio atendiendo el tema de las devoluciones, trabajo que realizó a tiempo parcial durante dos años.
¿Qué empleador se fijaría en su perfil? ¿Cómo contratar a un recién egresado sin experiencia probada en su área? Aquí es precisamente donde debemos realizar un minucioso análisis, pues sin duda encontraremos más de un punto a favor. Veamos, Gustavo trabajó en la mesa de devoluciones, por lo que indudablemente tuvo que haberse enfrentado a clientes insatisfechos, aquí podemos deducir que adquirió habilidades en el área de Relaciones Públicas. De igual forma, se convirtió —quizá sin saberlo— en un “solucionador de problemas” que, respetando las políticas de la empresa supo turnar los casos más difíciles a un supervisor, aquí encontramos Capacidad de Negociación y Toma de Decisiones, competencias que, sin duda, pueden constituir una importante diferencia en su Currículum.
Al igual que Gustavo, muchos recién egresados se enfrentan al reto de “llenar” una hoja en blanco. Les significa un momento de mucha tensión y pocas veces poseen la visión de que se trata de un ejercicio verdaderamente revelador. Recuerda que el secreto en la elaboración de un Currículum Vitae es tener muy claro qué se quiere (a través de un objetivo muy específico), y, sobre todo, quiénes somos y qué podemos ofrecer (por medio de una descripción concreta de nuestras habilidades y destrezas).
En cuanto al formato, hay dos enfoques para los recién graduados. En el primero —que es el más convencional— se presenta el objetivo en la parte superior, seguido de la educación, los cursos o seminarios, la experiencia (si se ha tenido) y finalmente las habilidades y competencias. En el segundo formato, se sugiere iniciar con la exposición de las aptitudes y de la formación profesional (training) para concluir con la educación. Ambos formatos, escritos de manera muy precisa, son bien aceptados por los reclutadores.
Ahora bien, imprescindible resulta poner atención a los siguientes puntos:
Escribir adecuadamente un objetivo profesional o de carrera. Este punto debe redactarse de una forma muy concreta. Por ejemplo: “Integrarme como Auxiliar Contable en el Departamento de Gestión Financiera de una institución bancaria del Noroeste del país”. Si creas un objetivo impreciso, la impresión que causarás será igual de inexacta. Aquí un ejemplo de lo que NO debe ser tu objetivo: “Ocupar una posición prometedora en una empresa con visión de futuro”.
Detallar la formación académica, los reconocimientos y el promedio de calificación. A diferencia de los candidatos con experiencia, que ponen su educación al final del Currículum, los recién graduados que NO posean experiencia profesional deben colocarla al principio, pues en este caso, es su carta fuerte. Se debe incluir la escuela, la especialidad y sobre todo, las fechas. Es necesario destacar los cursos que empaten con el empleo buscado, pues si estamos buscando un trabajo como redactor, mencionar un curso en mecatrónica resultaría innecesario. Los premios o distinciones también te sumarán puntos. El promedio escolar debe escribirse únicamente si éste es alto.
Examinar las actividades extra-curriculares y pensar en cómo podrían relacionarse a un trabajo en el mundo real. Los estudiantes suelen hacer caso omiso de sus experiencias si no se presentan en forma de pasantía o trabajo formal. Sin embargo, las actividades extracurriculares como clubes, grupos sociales o deportivos, además de los centros culturales, pueden significar una valiosa experiencia. Por ejemplo: si el haber trabajado como recaudador de fondos para un evento de beneficencia, puede sin duda impresionar a un empleador, pues habrás adquirido destrezas como negociador y administrador. Recuerda que cada labor hecha deberá ser reafirmada con datos duros, en este caso, puedes explicar que los fondos aumentaron un 25% respecto al año pasado.
Redactar tu Currículum Vitae es sin duda un ejercicio muy significativo. A través de él podrás darte cuenta de tus competencias (habilidades y destrezas) y de tus áreas de oportunidad (conocidas anteriormente como debilidades). Emprender Soluciones de empleo te ofrece un ejemplo muy concreto de un Currículum Vitae para un recién egresado. Recuerda que es un verdadero ejercicio de autoanálisis, al hacerlo, seguro descubrirás cosas que bien vale la pena señalar.
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